Los expertos dicen que el poder de la palabra hablada prepara el estado del habla, así como la actitud. Estos 2 elementos deben ser desarrollados por el oyente en un diálogo sencillo. Puede que exista la conciencia inicial de las arrugas, pero ciertamente no tiene un lugar menor en la determinación del nivel de la relación.
Los investigadores en el campo también dicen que el hablante tiene una clave importante en el sentido de que no permite la verbalización continua de experiencias negativas del pasado. Cuando se suelten estas palabras, se convertirán en los puntos dominantes que determinan el diálogo de muchas conversaciones. Las palabras se pueden compartir con muchas personas a través de diferentes conversaciones. Cada vez que su consistencia llega a la atmósfera, se alimentan varios poderes negativos de envejecimiento.
Una madre anciana todavía puede contarle al mundo el comportamiento de su hijo mayor. Todos estos elementos enumerados anteriormente pueden ser una simple razón para la vieja cara enojada y la piel arrugada, que era totalmente inútil. Las viejas advertencias que se nos han dado de no meditar en cosas del pasado tienen un propósito especial.
Las palabras inútiles en los recuerdos tienen el poder de envejecer no solo al hablante, indicando una fecha o temporada, sino también para construir y absorber sentimientos de ira, rabia, resentimiento y perdón. Mantener cualquiera de ellos, no importa cuán pequeño o distante, tiene el poder de prevenir cualquier brillo juvenil, incluso si una buena crema, vitaminas, tónicos, dietas y tarifas de gimnasio se compran y respetan diligentemente.